El presente trabajo pretende mostrar una reflexión sobre el quehacer educativo, en donde, se reflejan sus errores y aciertos en su que andar docente, con la finalidad de tomar conciencia de la importancia de su papel para el desarrollo de la sociedad.
Al informar el jueves 2 de septiembre de 2011 la noticia de la muerte del periodista y escritor, Germán Dehesa , defensor de la cultura y al escuchar el reconocimiento a su papel dentro de la sociedad, en donde el destino lo privo de estar presente en el homenaje que se tenía programado para el día viernes. Entonces en mi mente surgió una pregunta ¿Cómo gustaría ser recordada en mi labor docente? , que me permite narrar y reflexionar lo siguiente.
Cuando decidí estudiar una carrera profesional nunca pensé en estudiar para maestra, elegí la carrera de Bibliotecología (UNAM), que en ese tiempo no era muy conocida y debo decir que en la actualidad todavía tiene ese problema. Como referencia tenía solamente la admiración y la motivación que transmitieron algunos profesores que tuve principalmente en la época de adolescente.
Cuando termine la carrera nunca imagine que el ser maestra implicara tener tanta responsabilidad, no era un ser aislado de la realidad social, principalmente por el tipo de actividad que se realiza, por las relaciones sociales, por ser formadora. De ahí que el sólo dominio de la disciplina, no era suficiente para desempeñar de manera profesional, es importante contar aspectos metodológicos y prácticos para enseñar, y contemplar también los aspectos sociales y psicológicos, que determinaran las características de los grupos.
Esta inquietud, curiosidad y una ganas de impartir clases se manifestó hace 15 años, por casualidad, por una amiga que también impartía clases en el Colegio de Bachilleres, sin pensar que se necesitaba mucho más que una buena voluntad. El enfrentarme sin una base pedagógica, creo en mí inseguridad, pero también se despertaron las ganas de aprender.
Comencé a tomar consciencia de la labor que tenía al impartir la clase frente a un grupo de adolescentes que se encuentran enfrentando los cambios propios de su edad, en donde el maestro puede influencias de manera positiva o negativa en su formación, principalmente por encontrase vulnerables ante cualquier situación.
Afortunadamente la institución impartía cursos de capacitación intersemestrales para los docentes. Los cuales sin pensar los tomé para comenzar una larga cadena y logra prepararme para enfrentar el desafío de enseñar y de los alumnos aprender.
Tenía los cursos y luego que seguía, en ese momento todavía no comprendía la esencia y la verdadera vocación de ser maestro, es un sentir que se tiene y que emana de adentro de nuestro ser. En donde el salón se convierte en un espacio, donde el conocimiento es tan importante como las emociones. Es sentirse que tengo algo que enseñara pero también algo que aprender junto con mis alumnos.
Después de muchos tropiezos, frustraciones, lágrimas, en el caminar de lo que sería uno de mis grandes amores la docencia, en donde la motivación es punto clave para hacer que las clases se conviertan en una oportunidad de aprender de manera significativa.
Comprendí que hay que pensar en grande para ser grande y prepararles a los alumnos como docente el camino a la montaña del conocimiento y prepararlos para éste momento histórico que nos ha tocado vivir, es decir, de cambios drásticos en lo social en lo político y en lo económico, así como en los avances tecnológicos.
Somos sin duda alguna los maestros comunicadores para interactuar de la manera más efectiva con nuestros alumnos, brindarles la oportunidad de ser escuchados, en establecer en el aula un ambiente de cordialidad, de autocritica, de entender que mi cuerpo también tiene un lenguaje más poderoso que mi voz.
Comprender que la disciplina es necesaria para establecer límites, no solo en los alumnos, importante también en los maestros.
Es importante tener en cuenta que el diseño de la clase tiene que estar acorde a los estudiantes, es dejar de pensar que una clase la puedo utilizar con todos los grupos, aparentemente podría ser, pero no es así, cada grupo tiene sus propias características, por así decirlo, su propia historia.
Para formar alumnos con mente abierta, tiene por ende que cruzarse en su camino del aprendizaje un maestro con mente abierta, consiente de sí mismo de su hacer transformador de la sociedad, y de la necesidad de de autoevaluarse y modificar en forma continua su práctica docente., al igual que el alumno tendrá que ser un sujeto consciente de su realidad y de su papel, para que logre responsabilizarse de su propio aprendizaje.
Plenamente convencida que una forma para superar todos los obstáculos es el despertar el placer por leer y entender lo que se lee. Permite expresarse en forma correcta, para hacer fluir un diálogo que permitirá transmitir conocimiento. Preparar las clase con todos los elementos didácticos, que son retos de cada día, por los grupos tan heterogéneos.
Llego el momento de entender. que instituciones, maestros, alumnos, padres, conformamos un rompecabezas que si bien, falta alguna pieza, no se lograra salir progresar como sociedad. Lo anterior nos lleva de nuevo afirmar que es necesario la formación docente, tanto del que ya esta, como el de nuevo ingreso, para responder en forma significativa y hacer docentes competentes a las expectativas y requerimientos sociales, institucionales e individuales.
El fin de la educación será formar hombres y mujeres con los elementos necesarios para enfrentar su vida diaria. En donde juega un papel muy importante los valores, la ética, la historia particular de cada país y que sea acorde a nuestra realidad.
Afirmo que la educación la fuerza más poderosa para el cambio profundo en nuestra sociedad.
El impacto de las actividades realizadas se refleja en la elaboración de la confrontación.
Lograron enfrentarme a mi realidad como docente para cuestionar mi labor dándome la oportunidad de detectar mis áreas de oportunidad para crecer como persona y profesionalmente, tomar consciencia del papel social tan importante que tiene el arte de enseñar, porque así como la música, el teatro, la danza, el cine, brindan la oportunidad de ir más allá de nuestro propio ser, porque mueven emociones y incrementan nuestro conocimiento , despertando unas profundas ganas de ser recordada como una maestra que logro hacer una luz en el duro camino de la vida a sus alumnos, ser recordada como un ser humano que siente y que cada día de clases era una oportunidad para aprender juntos. No me llevaré nada cuando parte de este mundo, solamente lo que compartí, aprendí y disfrute de la vida.
Mi sentir como alumno de la especialización
Desde el momento que salió la convocatoria y después de los comentarios de algún profesor fueron encontrados, por la cantidad trabajo, responsabilidad, tenacidad y el compromiso consciente que implica el estar en dicha especialidad respecto a la especialidad.
Resulta irónico que mi numero favorito es 6, y mi hija que tanto amo nació el día 6 enero, y la generación de la especialidad es la 6, lo cual, resulta parte importante de mi vida.
Hoy la especialidad me hace más fuerte para entender mi papel como docente un compromiso en la acción no en la observación conmigo, con los estudiantes, profesores, padres de familia y la institución que me ha brindado la oportunidad de hacer lo que me hace feliz, no podría ser de otra forma y no importa si en algunos momento flaqueo, pero al salir después de una clase y poder ser útil es una motivación para seguir adelante.
La especialidad ha hecho entender que no importa la distancia y el contacto para lograr relacionarse como compañeros y aprender unos de los otros, que la fuerza que tiene el leguaje rompe cualquier barrera, para compartir conocimiento y experiencias, que permiten entender que para que un país sea visible ante los demás tendrá que ser educado, no hay otra forma de crecer.
No puede encontrar mejor final:
Uno ve hacia atrás con aprecio a los maestros brillantes, pero con infinita gratitud a los que dejaron huella en nuestros sentimientos. El plan de estudios es materia prima muy necesaria pero el calor es el elemento vital, para que las plantas y las almas de las personas crezcan.